Jueves, 07 de abril de 2011 (Extracto de mi diario personal)
¡Cuánto mentiría si dijera que no adoro a Karen Blixen!
Acabo de leer su sección en el libro “Grandes Aventureras” de Alexandra Lapierre (Ed. Blume), y me ha entrado esa sensación de nostalgia que tengo cada vez que oigo hablar de la salvaje África.
¿Qué tendrá, que fascina de esa manera?
Recuerdo que, el otro día, estaba haciendo un dibujo con colores cálidos en clase de Dibujo. De pronto, me vinieron a la cabeza los colores de Kenia, por los que Meryl Streep se paseaba escopeta en mano.
Y, mientras dibujaba esos típicos árboles de la sabana cuyo nombre no recuerdo, sentía una sensación cálida en el estómago. La misma sensación que siento cada vez que pienso en algo que sueño con ansia, algo que aspiro a conseguir algún día.
Amo África, amo la sabana y amo a los leones.
Amo esos colores, amo ese cielo, amo el olor que, en mi mente, imagino que tiene África.
Un olor como a incienso, salvaje, y muy, muy seductor.
¿Quién no ha soñado con un beso de película en África? Mientras, por detrás, los animales pasan por delante del sol poniente, como al principio de “El Rey León”…
Estoy divagando. En fin, por si no os habíais dado cuenta…
Me gusta África.
Dalià♥
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